DEBATE Y REFLEXION
Abrimos esta sección, “Debate y
reflexión”, donde analizaremos, discutiremos y reflexionaremos sobre los
acontecimientos más relevantes en el país y en el mundo. Nos proponemos,
modestamente, según nuestras posibilidades, ha contribuir a la concientización del proletariado, el
campesinado y las masas populares, quienes unidos y organizados lucharemos férrea
e incansablemente para derrocar al actual Estado capitalista-neoliberal, a la
oligarquía nacional y al imperialismo intervencionista. Bienvenidas todas las
aportaciones teóricas e informáticas de los dirigentes y no dirigentes del proletariado,
el campesinado y las masas populares, intelectuales honestos, democráticos y
revolucionarios, que bregan por trasformar este sistema capitalista neoliberal
mexicano.
Aspiramos a una nueva sociedad
democrático-popular que transite al Socialismo; una nueva sociedad que surgirá de
la pudrición y descomposición del actual sistema capitalista neoliberal. Por lo
tanto, también debatiremos y reflexionaremos sobre el Socialismo tomando en
cuenta las aportaciones científicas del marxismo, leninismo, maoísmo y el
marxismo contemporáneo.
¡Por la revolución proletaria, construyendo el poder popular!
COORDINADORA REVOLUCIONARIA DEL PODER POPULAR-D.F.
SOBRE LA SITUACION ECONOMICA,
POLITICA, MILITAR Y SOCIAL EN EL ESTADO
DE MICHOACAN
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La jornada
Autodefensa popular
John M. Ackerman
El levantamiento armado de las autodefensas en Michoacán demuestra una
vez más que las acciones colectivas contundentes desde la sociedad civil son la
única forma de realmente mover a México. Algunos descalifican a los nuevos
alzados como una supuesta creación de Enrique Peña Nieto y de su asesor Óscar
Naranjo en su afán por reproducir el modelo colombiano en nuestro país. Si ello
fuera el caso, literalmente les salió el tiro por la culata a los gobernantes.
El apoyo que el pueblo humilde ha dado a los nuevos grupos armados
demuestra que no son simples guardias blancas al servicio del poder y el
dinero. Y las profundas contradicciones que han caracterizado la reacción de
las autoridades gubernamentales, tanto nacionales como internacionales,
evidencian que la situación las ha tomado totalmente por sorpresa.
México no es Colombia y aquí el narcotráfico no está del lado de la
guerrilla, sino del gobierno. Las acciones de las autodefensas han exhibido las
complicidades de los tres niveles de gobierno y de los tres principales
partidos políticos con Los caballeros templarios y otros grupos del crimen
organizado. Cómo explicar de otra forma el hecho de que apenas hoy el gobierno
empiece a actuar, aunque sea de manera simulada, contra las cabecillas del
narcotráfico en Michoacán. ¿Por qué tuvieron que pasar más de seis años del
inicio del Operación Conjunta Michoacán para que Monte Alejandro Rubido,
funcionario de seguridad igualmente con Felipe Calderón que con Peña Nieto,
anunciara que el margen de maniobra de los delincuentes está prácticamente reducido
a cero?
Los vaivenes entre negociación, represión, auspicio y amonestación del
gobierno hacia las autodefensas demuestran que el levantamiento ha puesto en
jaque al régimen. Miguel Osorio no se cansa de señalar que la portación por
civiles de armas de uso exclusivo del Ejército será castigada en estricto apego
a la ley. Sin embargo, las autoridades simultáneamente se reúnen con líderes
civiles armados como José Manuel Mireles y Estanislao Beltrán y trabajan de la
mano con ellos, incluso facilitando a ambos acceso a atención médica de alta
calidad. Y este pasado viernes, apenas dos días después del nombramiento de
Alfredo Castillo, 80 integrantes armados de los grupos de autodefensa fueron
acompañados de un contingente de la Policía Federal en su toma del municipio La
Huerta.
El gobierno, los soldados no sirven para nada. Más bien quieren
desarmar a los muchachos, por lo que ellos [los militares] no han hecho,
denuncia María Ibarra Ramírez, integrante de las autodefensas. No los queremos
ver en Buenavista ni en todo Michoacán, agregó para después anunciar que no
darán ni un paso atrás, informa La Jornada. Esta actitud, y no la acción del
narcotráfico, es lo que genera la extrema preocupación del gobierno de Barack
Obama y su disposición para expandir su intervención en México.
La novedad en Michoacán no es el lamentable nivel de violencia ni la
inaceptable cantidad de muertos en la entidad. A lo largo de los últimos seis
años todos hemos atestiguado una infinidad de escenas más sangrientas, caóticas
y violentas que no generaron el mismo nivel de consternación internacional o
multiplicación de comisionados y voceros nacionales como la actual. Lo que
marca la diferencia hoy es el surgimiento de una sinergia positiva entre la
sociedad civil y las autodefensas que abona el terreno para el fortalecimiento
del poder popular.
No existiría entonces una distancia tan amplia como unos imaginan entre
las nuevas autodefensas y otros grupos comunitarios con una larga trayectoria
en la defensa de sus pueblos y sus tierras, como los comuneros purépechas de
Cherán y los nahuas de la Sierra de Manantlán. Si bien muchos líderes de las
autodefensas efectivamente han expresado una cuestionable confianza hacia los
gobernantes estatales y federales corruptos e inútiles, los dos tipos de
movimientos comparten la misma base social de mexicanos dignos dispuestos a
defender su patrimonio y su patria. Por ejemplo, la reciente devolución a sus
verdaderos dueños de tierras que habían sido expropiadas por los
narcotraficantes constituye una señal muy positiva de las autodefensas al
expandir su intervención más allá de temas exclusivamente de seguridad pública.
La posibilidad de un levantamiento social general en Michoacán, que
también contagie a otras regiones del país, es real. Es precisamente por ello
que el Ejército asesinó cobardemente a por lo menos tres personas, incluyendo
una niña de 11 años, en su acción de desarme la semana pasada. Llama la
atención que los ciudadanos caídos no eran autodefensas, y mucho menos portaban
armas, sino que eran civiles totalmente pacíficos expresando su solidaridad con
el grupo ciudadano. El mensaje es claro: las autodefensas y sus líderes serán
tolerados siempre y cuando no movilicen o empoderen a la ciudadanía en general.
Es la típica lógica del poder autoritario que busca cooptar a los líderes y
separarlos de sus bases.
Es muy relevador, por ejemplo, que un analista como Eduardo Guerrero,
alguien cercano a los aparatos de seguridad nacional, señale en Reforma que la
estrategia clave para el gobierno debería ser encauzar y contener los excesos
de liderazgo de las autodefensas. Pero los ciudadanos conscientes que deseamos
que algo nuevo y positivo surja de la actual coyuntura tendríamos que apostar a
que ocurra precisamente lo contrario.
En lugar de pactar con el poder corrupto, las dignas voces rebeldes de
Michoacán deberían afianzar su alianza con el pueblo que ha sido victimizado
por la colusión de los narcotraficantes con la clase política. Tendrían que
unirse con sus hermanos indígenas en su estado y con la sociedad indignada en
todo el país para juntos defender la patria y la Constitución de la ambición
desmedida de los traidores y los oligarcas.
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